Editorial programa #78 «QUE DIOS NOS SALVE»

El fútbol argentino vive hoy en un contexto en el que se está desarrollando en estos momentos un partido de la primera división. Casi terminando, Newell´s le gana 3 a 2 a Boca en la Bombonera. Partido que en realidad corresponde a la primera fecha que no se jugó porque Newell´s estuvo jugando hasta último momento en la Copa libertadores y por eso la AFA, en compensación, le dio unos días más de vacaciones.

Más allá de lo que suceda dentro de la cancha; de los goles, pases y asistencia, de todo lo que allí dentro puede pasar, es para destacar cuando uno ve y escucha el silencio de las tribunas y los diálogos de los jugadores dentro del campo de juego. Como en el partido que jugaron Racing y San Lorenzo el viernes pasado, a puertas cerradas, por la sanción que Racing tuvo que cumplir por aquellos festejos “desmedidos” tras el descenso de Independiente al final de la temporada pasada.

Lo más destacable es la ausencia de hinchas visitantes, que se profundiza además en estas primeras dos fechas con la ausencia de quienes no son socios y no pueden asistir a ver a su equipo ni siquiera cuando éste juega de local.

En el contexto de todo eso, que tiene que ver justamente con los hechos de violencia que se han sucedido desde principio de año.

Uno debería adivinar si esta medida es por la acumulación de hechos, cual una tarjeta amarilla en la mitad de la cancha puesta por un arbitro a un jugador que cometió demasiados foules, porque desde principio de año ya hemos destacado muchos de estos hechos de violencia. Varios de ellos con víctimas fatales en el medio.

Quizás uno debiera pensar si no fue por el hecho particular de la pelea entre las barras de Boca previo a un amistoso que ni siquiera incumbía a la AFA. Pero que ésta, junto con el Ministerio de Seguridad, tomaron la medida de que el público visitante no pueda ir a la cancha.

Ya sea por acumulación de faltas o por una falta grave, esta sanción, llamémosle “tarjeta amarilla”, es lo que más se destaca dentro de nuestro fútbol.

 ¿Y qué hacen los dirigentes para solucionarlo?

¿Qué hacen para justificar que esta sea la medida, para justificar que no podamos ir a la cancha (si no somos socios), cuando dicen constantemente que lo más lindo, lo más necesario o lo mejor del futbol argentino es su folklore. Aunque podamos esgrimir muchísimas dudas acerca de ello.

 ¿Qué hacen?

 ¿Qué hace el dirigente máximo? Aquel se da el tupé de tener la última palabra en absolutamente todo. Bueno, va a ver al Papa y a través de el se encomienda a Dios y le dice: “esperemos que se termine la violencia en el fútbol argentino”

Y a todos los que estamos por acá tratando de rebuscárnosla para ir a la cancha cada fin de semana… QUE DIOS NOS SALVE.