Hablamos ya de lo impensado, el quiebre, la historia, el gancho, lo que nos atrapa, que nos tiene acá prendidos para saber cómo va a terminar todo esto y que nos tendrá para conocer los cuentos que vendrán. El quiebre es el fundamento mismo del relato. Pero la narración necesita personajes: que sean ellos los que producen o en ellos en los que se produzca dicho quiebre. En definitiva necesitamos actores, sujetos, participantes, jugadores, leonas, héroes o heroínas. Que no lo serán necesariamente en todos los aspectos ni momentos sino, particularmente, en la acción del relato.
Podemos imaginar alguno del tipo del hijo pródigo que, marginado por diferencias con una dirigencia que casi acaba con el club, vuelve, cuando éste más lo necesita y, cómo si su nombre marcado a fuego en una tribuna no bastara, el recibimiento es estruendoso. Del tipo de estruendo que sólo puede generarse cuando la esperanza y la felicidad chocan en un preciso instante, tal cual sucedió el sábado en el Parque de la Independencia, y su equipo rompe una racha negativa de 17 partidos y se vuelve a sentir vivo en el grito de victoria.
O lo podemos imaginar dándose un gusto, totalmente hecho, vencedor en mil grandes batallas, autor de goles por aquí y por allá (como por ejemplo un gol de oro para levantar una Eurocopa). Pero, el tipo, casi de invitado en un partido definido de la Primera B Nacional entra, convierte su primer gol en River y su sonrisa se ensancha hasta hacer desaparecer su cara.
O los hay de aquellos que lo hacen todo tan brillante que hasta el diamante parece opaco, y es ahí donde trapo en mano convierte cuatro goles ante el tercer mejor equipo de la liga y les recuerda a todos que sus números asombran…
Están los desconocidos que de golpe irrumpen. Los que acostumbran irrumpir. Los hay de batallas épicas y de pequeñas peleas.
Están también los que amagan irse y los que prometen quedarse. Pero esa historia no esta definida, y héroes, ustedes saben, son aquellos que de alguna u otra manera triunfan. ¿A quién levantará el pulgar el coliseo? Quizás haya que esperar hasta el próximo domingo cuando las huestes vuelvan a la Bombonera…
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